El Gobierno de Mendoza dispone de 1023 millones de dólares para motorizar la obra pública en el ámbito provincial. Es el volumen de dinero que la Nación entregó a Mendoza para las obras de Portezuelo del Viento.
Esto fue producto de un acuerdo del entonces gobernador Julio Cobos y el presidente Néstor Kirchner para compensar los daños que sufrió nuestra provincia al disponer Carlos Menem (en la década del 90) eximir de impuestos a las industrias que se radicaran en La Pampa, San Luis, La Rioja y alguna otra provincia aledaña.
Se decía que muchas empresas construyeron grandes galpones como para funcionar allí pero seguían fabricando en Buenos Aires y facturando en San Luis, La Rioja, etc.
Para Mendoza no hubo beneficios y como se reclamó llegó aquel acuerdo. Pero lo que no llegó nunca fue Portezuelo.
El COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado), integrado por las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro, Buenos Aires y Mendoza, boicoteó la obra (4 votos a 1) aduciendo que se vería afectado el caudal que ese río recibe de Río Grande, afluente del Colorado.
Y como las 4 provincias (exceptuando Mendoza) tienen gobiernos que no coinciden con la conducción mendocina el proyecto se diluyó.
Mendoza pidió que el presidente Alberto Fernández laudara sobre el problema. Se imaginan el resultado.
Y a pesar de todo, Mendoza sigue aportando su cuota para el funcionamiento de ese organismo que significan 4.300.000 pesos mensuales.
Bien, con el millón de dólares ya depositado en las arcas del gobierno mendocino, Alfredo Cornejo anticipó que destinará ese dinero a obras que necesiten los departamentos. Todos los departamentos reclamando que presenten proyectos. Y digo esto porque Luján presentó 10 proyectos reclamando parte del dinero. San Rafael y Malargüe dicen que esa plata se debe invertir en el sur, no especifican qué proyectos tienen pero exigen. De aquí (General Alvear) no sabemos qué proyectos impulsará Alejandro Molero, pero suponemos se estará trabajando en ello.
Lo cierto es que aquella decisión del gobierno menemista afectó a toda la provincia.
Entonces el reparto debe ser equitativo, atendiendo los proyectos que resulten de más urgencia y redunden en mayores beneficios para todos los mendocinos.
Una tarea que va a requerir equilibrio, objetividad y sobre todo imparcialidad en la selección que el Poder Ejecutivo y sus técnicos y asesores determinen.
