Organizaciones políticas, sindicales, sociales, vecinos autoconvocados, asambleas populares y barriales se congregaron en la plaza General Francisco Ramírez, con cacerolazos y ruidazos, en rechazo al plan de ajuste de Javier Milei, los gobernadores y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el decreto de necesidad y urgencia (DNU), la política represiva de la ministra Patricia Bullrich y su protocolo antipiquetes.
En este marco, desde el Polo Obrero, una de las entidades convocantes, se expresó que “en menos de tres meses Milei produjo una catástrofe social. Con la megadevaluación de (Luis) Caputo y la disparada inflacionaria, los salarios y las jubilaciones han recibido un mazazo demoledor. Además, Milei suspendió el envío de alimentos a los comedores populares, recrudeciendo, hasta niveles insoportables, el hambre entre los sectores más golpeados de la clase trabajadora. Es más, viene de recortar los subsidios a la energía y al transporte, desatando los tarifazos y echando leña al fuego inflacionario”. “Los tarifazos en las prepagas empujan a más trabajadores al hospital público, que ya se encuentra colapsado y en ‘terapia intensiva’. “La brutal caída del consumo, como resultado de este empobrecimiento, genera un parate de la industria donde arrecian suspensiones y despidos. Por todo esto necesitamos un nuevo paro general y un urgente plan de lucha de la Confederación General del Trabajo (CGT) y las Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA) para preparar una huelga indefinida hasta que se caiga todo el pan Milei”, se expresó.
(lacalle)